lunar º

Hola, soy Lunar, vine a aterrizar. ¿Para qué? Aun no lo sé. Me lo preguntaron el otro día y conteste casi lo mismo: Todavía no se. Pero algo, alguito se. Yo sé que me gusta la gente linda, pero no linda como podría ser un morocho de ojos verdes (aunque también) sino la gente linda de corazón y sobre todo, y antes que nada, linda de sonrisa. Tampoco estoy hablando de una sonrisa perfecta con los dientes relucientes y brillantes de blanco. NO NO NO! Esas sonrisas son las más aburridas. Me gustan sinceras y grandes! Esas sonrisas que te acarician el alma. Es una sensación parecida a comer milanesa con papafritas o a tomar helado en primavera. Si hay algo que detesto son las risas falsas ¿Quién las fabrico? Si son falsas, tiene que tener un fabricante, un dueño, alguien que las haya inventado y las haya distribuido ¿o no? ¿o no? Todos dicen que no, pero piénsenlo, piénsenlo un minuto y se van a dar cuenta (intervalo de un minuto) ¿vieron que tengo razón? Mucha gente compró gratis la sonrisa falsa. Pues os digo que la tiren a la basura y rían solo cuando tengan ganas. Si por ejemplo, no le quiero sonreír al portero ¡No le sonrió! Y si es más, si le quiero decir que es un pelado desprolijo, pues se lo digo ¿Qué tanto? Si voy a un parque y me quieren echar a las 16hs con pleno sol, les digo “yo me quedo acá. Todavía tengo agua en el termo y yerba-no-lavada, y ganas de tomar sol”. Si no quiero hablar, no hablo. Si no quiero sonreír, no sonrió. Si no quiero abrazar, no abrazo!! Ahora bien, y esto es lo importante: si quiero sonreír… SONRIO. Nunca puede quedar mal una sonrisa… Siempre y cuando, sea, como ya dije, sincera y grande. Y agrego: abrazadora. Si, si, que nos abrace ¿Por qué no?. Si yo fuera la presidenta de algo, incentivaría la risa, la sonrisa, los abrazos, los besos y el consumo de milanesa con papafritas. Y con esas cosas juntas, sin demasiado esfuerzo, promovería la Felicidad.

Ahora tomémonos el tiempo necesario para pensar cuantas veces sonrio por día y ¿por qué? Posibles respuestas: Cuando saludo en el ascensor, cuando miro la tele, cuando me hacen cosquillas, cuando me doy un beso con la persona que quiero, cuando veo a un bebe riéndose, cuando me cruzo con un payaso, cuando como milanesas con papafritas (perdón si me vuelvo repetitiva pero bueno, sepan entender, es mi comida predilecta desde que tengo uso de razón y creo que la comida risa (quise poner rica, pero ya que estamos) y la felicidad van de la mano (también pido perdón si me voy por las ramas y si pongo mucho paréntesis))

Ahora bien, tomémonos el segundo trabajo de pensar (y anotar, en lo posible) cuantas de la risas diarias son falsas y cuantas son verdaderas. El trabajo que sigue a continuación consiste en (me siento una profesional che) eliminar de nuestras vidas, la risa falsa. Entonces iré anotando que risa falsa no hice el día de hoy. Posible ejemplo: “Querida Lunar, hoy no sonreí cuando mi jefe me hizo un chiste estúpido, totalmente estúpido. Me mantuve serio y continúe con mi trabajo ¿Esto puede afectar mi trabajo?” Bueno, yo respondería que no se si puede perjudicar tu trabajo, no es mi área, pero te aseguro que eliminar las risas falsas y aumentar las verdaderas (creo que una vez escuche que está científicamente comprobado que si uno ríe menos falsamente, por añadidura (me encanta esta palabra y nunca la puedo usar) se ríe mas verdaderamente) te agregaran años de vida. (Espero que entiendan el texto y que sigan un hilo, más allá del excesivo uso de paréntesis).

Bueno, entonces, ya tienen una tarea pa` la casa. Por último quiero decir algo, porque sino me voy a quedar con cargo de consciencia y/o culpa. Si hay gente que tiene problemas de obesidad o hipertensión, no siga mi consejo de comer milanesa con papafritas. Hágalas al horno.